ACCIONES PARA CUIDAR TU CUERPO

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¿Qué significa estar sano o sana?

En el Preámbulo de su Constitución, que entró en vigor en 1948, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

Este estado y la ausencia de enfermedad tienen directo impacto en nuestra calidad de vida y en los años que disfrutamos de ella. De hecho, los  avances médicos y el mayor desarrollo económico han permitido que los españoles vivan más años. Así, en las últimas décadas, la esperanza de vida ha mejorado mucho en todo el mundo y también en España, que, según datos de la publicación de la OMS Estadísticas Sanitarias Mundiales 2014”, se encuentra entre los diez primer países del mundo con mayor esperanza de vida. Las mujeres españolas son, de hecho, las que más viven en el mundo, solo por detrás de las japonesas (85,1 años de media frente a 87,0), mientras que los hombres españoles cuentan con una esperanza de vida de 79,99 años.

Sin embargo, al mismo tiempo, esta situación ha dado lugar a una población más envejecida: según la “Guía de orientación nutricional para personas mayores” publicada por Madrid Salud, en España el 16% de la población tiene ya más de 65 años y se prevé que este porcentaje alcance el 20% en 2020.


¿Nos mantenemos sanos los españoles?

De acuerdo al barómetro de febrero de 2015 publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), los españoles perciben que en general tienen buena salud: un 71,4% asegura que es “buena” o “muy buena”, frente al 28,6% que la considera “regular”, o “mala o muy mala”. Al mismo tiempo, uno de cada diez de españoles afirma haber padecido dificultades a menudo o muy a menudo en su trabajo o en la realización de tareas domésticas en el último mes por razones de salud, mientras que el 16,3% asegura haber sufrido algún achaque o dolor. En este sentido, según los resultados de la última “Encuesta Nacional de Salud”, que el INE publicó en 2013, en los cinco años anteriores se produjo un aumento de patologías crónicas como la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la obesidad y la diabetes.


¿Qué enfermedades nos afectan más?

De acuerdo con los datos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), las enfermedades del sistema circulatorio se mantuvieron en 2013 como primera causa de muerte (tasa de 252,1 fallecidos por cada 100.000 habitantes), seguida por los tumores (238,3) y las enfermedades del sistema respiratorio (91,4). Las patologías del sistema nervioso, incluyendo el Alzheimer, constituyeron la cuarta causa de muerte (46,1).

Además, existen una serie de problemas de salud y enfermedades tan graves como comunes y que, sin embargo, en muchos de los casos, son prevenibles. Entre ellas, se encuentran las siguientes:


¿Qué hábitos pueden ayudarnos a mantenernos sanos?

Para poder mantener, a lo largo de los años, una buena salud y una calidad de vida lo más elevada posible, es necesario adoptar en el día a día una serie de hábitos saludables que nos ayudarán, dentro de lo posible, a gozar de ese estado de bienestar físico, mental y social.

Ello implica, entre  otras recomendaciones:

A pesar de ello, según el CIS, solo el 29,3% de la población española practica deporte a diario y la mitad de los españoles reconocen hacer solo tres comidas al día (50,4%), en vez de las cinco recomendadas por los nutricionistas.

Además, el 35,7% de la población asegura que duerme menos de lo que solía cinco años atrás, mientras que un tercio de los españoles (30%) reconoce que toma medicamentos sin la debida prescripción médica. Por otra parte, también uno de cada tres españoles (28,7%) fumó cigarrillos durante las cuatro semanas anteriores a la encuesta.


¿Cómo debe ser nuestra alimentación?

Algunas de las patologías más comunes hoy en día en los países desarrollados como España están directamente vinculadas a los hábitos alimenticios y nutricionales de las personas: los problemas cardiacos, la hipertensión arterial, la osteoporosis, la diabetes, la obesidad, los trastornos digestivos… Al mismo tiempo, ha disminuido la edad en que la población comienza a sufrirlas. Suele tratarse, además, de problemas crónicos que, una vez que se manifiestan, requieren tratamiento farmacológico.

Por tanto, alimentarse de manera saludable constituye una de las más eficaces herramientas de prevención, con una alimentación variada y equilibrada. Este es el fundamento, por ejemplo, de la dieta mediterránea, capaz de regular el colesterol en la sangre y, al ser muy rica en fibras y antioxidantes, de prevenir problemas cardiovasculares. Así mismo, incluye todos los nutrientes básicos en cantidad adecuada y suficiente:

La manera en que cocinamos también influye en nuestra salud: la cocción, el vapor, la plancha o el horno constituyen excelentes opciones para cocinar sano; en cambio, hemos de evitar las frituras y las salsas, y no abusar de los alimentos precocinados. Por otra parte, se debe tratar de cocinar y comer sin sal para proteger nuestro corazón.

 

LAVADO DE MANOS

 

¿Por qué es tan importante lavarse las manos?

Es un mensaje que merece la pena repetir: lavarse las manos es, con diferencia, la mejor manera de evitar la propagación de gérmenes y de proteger a sus hijos de las enfermedades.

¿Cuándo nos debemos lavar las manos?

Para poner fin a la propagación de gérmenes entre los miembros de su familia, haga que lavarse las manos sea un hábito regular para todos. Es especialmente importante practicarlo:

¿En qué ayuda el hecho de tener las manos limpias?

Lavarse la manos adecuadamente es la primera línea de defensa contra la propagación de muchas enfermedades, desde un resfriado o catarro común hasta enfermedades más graves, como la meningitis, la bronquiolitis, la gripe, la hepatitis A, y muchos tipos de diarrea.

¿Cómo se propagan los gérmenes?

Los gérmenes se pueden propagar de muchas formas diferentes, como:

Si los niños entran en contacto con gérmenes, se pueden infectar solo al tocarse los ojos, la nariz o la boca. Y una vez infectados, solo suele ser cuestión de tiempo que toda la familia se contagie y acabe contrayendo la misma enfermedad.

Por lo tanto, ¡no subestime la importancia de lavarse las manos! El poco tiempo que su familia invertirá en lavarse las manos, le ahorrará muchas visitas a la consulta del médico.